Embarazo
No se recomienda su uso durante el embarazo debido al riesgo de masculinización del feto femenino
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actúa reemplazando o suplementando la testosterona natural del cuerpo, una hormona necesaria para el desarrollo y mantenimiento de características masculinas y el funcionamiento sexual normal
AndroGel, Testim, Fortesta
hormonas sexuales / andrógenos y esteroides anabólicos
Medicamento controlado
Venta con fórmula médica
La testosterona es una hormona sexual masculina (andrógeno) producida principalmente en los testículos. Es crucial para el desarrollo de características sexuales masculinas, la reproducción y el mantenimiento de la salud sexual y reproductiva. En la medicina, se utiliza en diversas formas farmacéuticas, incluyendo geles tópicos, inyecciones intramusculares y cápsulas orales, para tratar varias condiciones asociadas con su deficiencia o desequilibrios hormonales tanto en hombres como en mujeres.
Los tratamientos con la testosterona se prescriben para afecciones como el hipogonadismo en hombres, donde los testículos no producen suficiente hormona, y para aliviar síntomas de la menopausia en mujeres. Su eficacia y necesidad deben evaluarse cuidadosamente por un profesional de la salud, teniendo en cuenta los posibles efectos secundarios y las precauciones durante su uso.
No se recomienda su uso durante el embarazo debido al riesgo de masculinización del feto femenino
No se recomienda su uso durante la lactancia
Evitar el consumo de alcohol durante el tratamiento
Requiere prescripción médica. Uso indebido puede causar efectos adversos graves
La testosterona es una hormona esencial tanto para hombres como para mujeres, pero su uso en forma de medicamento debe abordarse con precaución. Este compuesto figura en listas de control debido a su potencial para mejorar el rendimiento deportivo y por su mal uso en el dopaje deportivo, lo que conduce a legislaciones específicas sobre su prescripción y dispensación.
Se requiere receta médica para acceder a tratamientos basados en la testosterona, y su uso se encuentra estrictamente regulado. La automedicación o el uso indebido de la testosterona pueden provocar efectos secundarios graves, alteraciones hormonales y riesgos cardiovasculares. Es fundamental seguir las instrucciones de un profesional de la salud y realizar un seguimiento adecuado durante el tratamiento.
El uso de la testosterona sin supervisión médica puede llevar a condiciones médicas adversas y a la dependencia física. Antes de considerar la testosterona como tratamiento, es esencial una evaluación médica exhaustiva para confirmar la necesidad de su uso y para identificar contraindicaciones potenciales.
Consulte siempre a su médico antes de usar cualquier medicamento. A continuación se detallan las indicaciones de Testosterona, pero su uso debe ser supervisado por un profesional de la salud.
El uso de este medicamento puede acompañarse de varios efectos secundarios. Los más comunes incluyen acné, cambios en el tamaño o dolor en los senos, ronquera, profundización de la voz, dolor o enrojecimiento en el lugar de la inyección, cansancio, dificultad para dormir o cambios de estado de ánimo. Sin embargo, hay efectos secundarios graves que requieren atención médica inmediata, como dolor en la parte inferior de la pierna, dificultad para respirar, inflamación de extremidades, dificultad para hablar, mareos o desmayos, debilidad o entumecimiento de extremidades, dolor de pecho, erecciones persistentes, problemas urinarios, náusea, vómito, cambios de color en la piel o ictericia. Es crucial estar atentos a estos síntomas y buscar asistencia médica al identificar alguno de ellos. La seguridad y bienestar del paciente son prioritarios.
Efectos secundarios comunes
Efectos secundarios graves
Efectos secundarios reportados
Consulte siempre a su médico antes de usar cualquier medicamento. A continuación se detallan las indicaciones de Testosterona, pero su uso debe ser supervisado por un profesional de la salud.
Referencias
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